Tan pronto conoció la noticia de la explosión que se sintió ayer en Santander hacia las 3:10 de la tarde, el astrónomo Raúl Joya, director del Observatorio de la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá, convocó a un grupo de colegas para partir rumbo a los alrededores de San Gil, en donde sus habitantes aseguran haber visto una bola de fuego que caía del cielo en dirección al Cañón del Chicamocha.
El estruendo que produjo este objeto fue tan fuerte que lo sintieron en Bucaramanga, Barrancabermeja, Májaga, Mogotes y San Gil.
Incluso, en el municipio de Piedecuestas se rompieron las ventanas de algunas casas. Raúl Joya explica que constantemente están cayendo meteoritos a la Tierra, pero que éstos pasan desapercibidos porque su destino generalmente es el mar.
ElEspectador
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